miércoles, 23 de diciembre de 2009

Comun...que? (Primer episodio)




Cuando era chico, no me gustaba comer, y yo le preguntaba a Dios -Porque el ser humano, no puede subsistir de otro modo?-
Tengoo recuerdos de antes del año, que me inventaban el famoso avioncito, y otras cosas que no recuerdo, para alimentarme.
A los cinco años recuerdo estar sentado sobre la camilla del consultorio de alguien que hacia llamarse doctor, diciéndole a mi madre (obvio que el mensaje era para mi} -Dejelo Sra., total si no toma leche se va a morir-, y lo que continua (y no recuerdo), es que comencé a tomar leche.
Recuerdo un atardecer en la puerta de casa, yo en el medio y por debajo de dos o tres adultos, oír a mi tía Eugenia (que media menos de 1,50), decir que por culpa de el pecado que habían cometido Adan y Eva (cojer), uno era mortal, (y menos mal que a mis padres nunca les escuche ese tipo de gansadas), pero aun así, me veo en la Iglesia de Lujan (en Rosario), y todas la noches en mi casa, rezar, para no morirme.
Recuerdo los juegos sexuales que tenia con mi primo Fabian, a partir de mis 8 años..., una orgía infantil, con chicos y mi amiga Myriam, en el altillo de la casa de uno, y el quilombo que se armo, cuando los padres se enteraron....pero yo tenia la virtud (sin saberlo), de pasar inadvertido, y claro esta, es como si nunca hubiera estado allí, y jamas lió se me armo.
Jamas jugué en la escuela primaria, odiaba los recreos, y me quedaba en la puerta del aula, esperando que suene la campana, para (al fin!!) entrar al aula, y mi madre prometiéndome comprar lo que yo quisiera (elegí un conjuntito, precioso de chomba y pantaloncitos cortos), para que jugara, y me acuerdo de jugar en ese recreo con un amiguito a "la ese ese a", un juego de la época, que era mas de chicas; pero jamas me olvidare de esa sensacion, de cruzar el patio como si estuviese en medio de una batalla, entre bombas, tiros y granadas.
Recuerdo, ya mas púber, ir a un picnic de la primavera, con mis primos mayores que yo, y como estaba muy nublado, yo estaba vestido con un precioso piloto, abrochado y con cinturón, y ellos (los "comunes") riéndose y burlándose de mi.
Me recuerdo, masturbándome en el baño, y limpiar muuuy bien el inodoro, para que mi madre o mis hermanas, no queden embarazadas de mi.
En primer año de la secundaria, mintiendole a mis padres en la cantidad de materias que me había llevado, y las que había rendido en diciembre, no me permitían pasar de año, pero para no perder las vacaciones, les hice creer, que había pasado a segundo. Y marzo esperandome con el miedo de que todo se rebelara, y el primer día en el aula (por un error del destino?), anuncian mi nombre, como si nada hubiera pasado, y yo estoico, con mi enorme timidez, y mis problemas de sociabilizar, bancandomela con tanta valentía.
Me recuerdo en los siguientes tres años, fingiendo ir al colegio, y ocupando mis horas de colegio, entre colectivos y caminatas.
Recuerdo, un día de esos, tomando un colectivo que me llevaba a Funes (un pueblo a unos 15 km de Rosario), y pagarle al conductor con un billete grande, y al bajar me iba a dar el vuelto (que no tenia, en ese momento), y yo bajarme del colectivo, olvidandome de pedir mi dinero, y volver caminando a mi casa (unos 20 km, quizas), y ver en la tv, "Almorzando con Mirtha Legrand", levantarse de la mesa a Dorys Del Valle (estaba mal, porque Peron se estaba muriendo), y luego a Isabelita de negro lutisimo, anunciando la muerte del entonces Presidente.
De mas chiquito, me recuerdo con mi amiga Myriam, en el patio de su casa, bajandonos los pantalones (no teniamos mas de 7 años), y el olor de su conchita, que jamas olvidare.
Recuerdo como odiaba ir a la playa, el pegoteo de la arena, y la piel endurecida por la sal del mar, y elegir a pleno sol de mediodia, ir a jugar a los jueguitos en "Sacoa".
Aunque no encajaba con el "comun" (com"o"un, que?), y lo padecia, y forme un lector, que me hacia sentir "culpa", por mi naturaleza; que bueno que no me adapte, que bueno que pude seguir, que bueno que puedo seguir y aprender a curar cicatrices inventadas, pero no por ello, dolorosas...

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